¿Qué es la adicción a las apuestas deportivas?
Para hacer referencia a la adicción es conveniente que primero tengamos en cuenta otros factores como uso de apuestas deportivas, abuso de apuestas deportivas y por último adicción a las apuestas deportivas.
El uso se refiere a una utilización esporádica de apuestas deportivas, por ejemplo, persona que apuesta solamente en el mundial, o de forma muy esporádica, poco frecuente y no tiene interferencia en su día a día.
Cuando hablamos de abuso de apuestas deportivas, nos referimos aquellas personas que apuestan de forma más continuada, pueden incluso aparecer características que podrían ser síntomas de estar desarrollándose una adicción, por ejemplo, explosiones de irá cuando no se puede apostar, pensamientos recurrentes relacionados con las apuestas, comprobar de forma repetitiva los resultados… Es decir, cualquier conducta que nos haga pensar que la persona piensa en exceso en ello. Por lo que seguramente estemos hablando de la antesala a la adicción.
La adicción a las apuestas es una modalidad dentro de las adicciones sin sustancias que se caracteriza por una necesidad incontrolada de jugar o de realizar cualquier conducta relacionada con apostar dinero. La organización mundial de la salud la define como: » trastorno caracterizado por la presencia de frecuentes y reiterados episodios de participación en juegos de apuestas, los cuales dominan la vida de las personas que lo padecen en perjuicio de sus valores y obligaciones sociales, escolares, laborales, materiales y familiares».
Por lo que, hablamos de adicción a las apuestas deportivas cuando la persona tiene la «necesidad» de apostar de forma descontrolada a pesar de las consecuencias negativas que dicha adicción le provoca.
¿Tengo adicción a las apuestas deportivas?
La adicción es un trastorno que se caracteriza por diferentes factores y características. A continuación se explican los más comunes
- Presencia de cambios en el estado de ánimo cuando no puede jugar, por ejemplo, enfado, irritabilidad, ira, discusiones…
- Pérdida de control
- Presencia de consecuencias negativas familiares, escolares…por ejemplo: discusiones familiares, aislamiento, pérdida de dinero…
- Continuar apostando a pesar de las consecuencias negativas
- Pensar de forma continuada en ello, por ejemplo: ¿Cuando puedo apostar? ¿Cómo hago para conseguir más dinero? ¿Qué le digo a mi familia para que no se entere? ¿Cómo hago para recuperar lo que he perdido?
- Mentiras para ocultar la presencia de apuestas
- Pedir dinero a otras personas
- Robar dinero
Si te sientes identificado con uno o varios factores, recomendamos que pidas ayuda a tu familia y a profesionales, ya que es posible que tengas una adicción a las apuestas deportivas, en Akrasia estaremos encantados de poder ayudarte y asesorarte. Si crees que a tu hijo o a tu familiar le está ocurriendo algo parecido, pedid ayuda. Ya que, otra de las características de las adicciones es que sin ayuda nunca van a menos siempre a más.
¿Por qué estoy enganchado a las apuestas deportivas?
Hay diversos factores que influirían en potenciar su poder adictivo:
–Aportar cierta sensación de control (ilusión de control) sobre las apuestas, creando una imagen de juegos que pueden ser dominados mediante nuestra habilidad.
–Períodos entre apuesta y beneficio cortos, actúa reforzando inmediatamente la apuesta del jugador, potenciando a su vez esa sensación de control, lo que a su vez provoca mayor adicción (los juegos con mayor poder adictivo, son aquellos en los que apuesta-premio están más próximos en el tiempo).
-No tener que desplazarse para apostar (puede apostar 24 horas al día, los 7 días de la semana) dando así una mayor sensación de disponibilidad y accesibilidad (una de las características fundamentales del poder adictivo).
–Preservar la imagen social, debido a que la aceptabilidad que tiene el juego online es mayor.
–Internet potencia las características adictivas del juego, los jugadores online dedican más tiempo e invierten más dinero que los jugadores presenciales.
–Errores cognitivos asociados al juego patológico; ilusión de control sobre los resultados, la correlación ilusoria, el optimismo ilusorio, el error fundamental de atribución, la accesibilidad, el azar auto-correctivo, etc.
–Publicidad, la exposición constante a mensajes publicitarios relacionados con casas de apuestas deportivas y plataformas online de póquer (ofreciendo dinero extra en la primera apuesta o a la hora de registrarse en su página)
En resumen, principalmente, el jugador pierde el control dependiendo de cuatro características principales del juego:
-La capacidad adictiva del juego,
-Su disponibilidad.
-Su aceptación social.
-La vulnerabilidad del jugador.
¿Qué tengo que hacer para dejar de apostar?
Para dejar de apostar lo primero que se necesita hacer es pedir ayuda. En muchas ocasiones nos encontramos con casos en los que la ayuda se pide cuando ya se han realizado muchos intentos fallidos para dejar de apostar. En todos estos intentos lo único que se consigue es que la adicción se mantenga y vaya a más. Por lo que la primera herramienta es pedir ayuda a un profesional.
Generalmente cuando una persona con adicción a las apuestas acude a consulta lo primero que se hace es una evaluación del caso. Donde se establece la gravedad de la adicción, aquellas conductas que pueden estar manteniéndolo y cuál podría ser el tratamiento ideal para su situación. Una vez realizada la evaluación inicial se establecen los objetivos a trabajar en el tratamiento centrado en las necesidades de la persona.
El tratamiento de las adicciones a las apuestas tiene varias fases que se recogen, de forma generalizada, a continuación:
- Primera fase en la que nos centramos en eliminar las apuestas, para ello solemos pedir ayuda a la familia para, gestión del dinero, tarjetas de crédito, justificar las compras y los gastos, etc, auto-prohibir la entrada en juego online…. Es decir, una primera fase de deshabituación, en la que se precisa de mucha ayuda para poder gestionar las ganas de jugar.
- Segunda fase en la nos centramos en la gestión de situaciones de riesgo, explicar el pensamiento de auto-engaño, la obsesión por el juego, manejo de la ansiedad, irritabilidad derivada de las ganas de jugar, es decir, potenciar la conciencia de problema e identificación del pensamiento adictivo y manejo de las ganas de jugar.
- Tercera fase de estabilización, en la que nos centramos en el manejo de las emociones, gestión emocional y prevención de recaídas.
En todas estas fases de tratamiento se suele trabajar también con los familiares, que son un pilar importante en el tratamiento.
¿Qué puedo hacer si mi hijo apuesta?
En muchas ocasiones las personas que necesitan la ayuda son adolescentes/jóvenes que no tienen conciencia del problema, que «no entran en razón» y que por lo tanto no acuden a terapia o no quieren acudir, ya que «no tienen ningún problema, yo puedo dejarlo cuando quiera». En estos casos recomendamos a la familia llamar a profesionales especializados para que puedan valorar el caso y ayudar a las familias a convencer a la persona a acudir a un tratamiento.